lunes, 22 de septiembre de 2014

Leyes



Vivimos limitados por reglas absurdas. La tradición, el conformismo, y esa abstracción que se ha dado en llamar “consenso” definen quiénes podemos ser y hasta dónde podemos llegar. Pero no hay ley en el mundo que pueda oponerse a un sentimiento, ni ser humano que nazca jurando una constitución. Cada uno de nosotros debe decidir quién puede ser y hasta dónde puede llegar.

Sin rumbo camina el errante
Buscando una ley verdadera,
Su alma conoce la espera,
Eterno buscar vacilante.

Observa la ley del dinero,
En ella no halla justicia
No puede entender ley tan ficticia,
Así, la elimina primero.

Ahora la ley de la fuerza
Desea imponer su dominio,
Su fin, voraz exterminio,
No existe en ello nobleza.

Asoma la ley del poder,
Guiando el destino del mundo,
Ordena con gesto rotundo,
Absurda ilusión, ha de ceder.

Por fin la ley de los hombres:
Amor, paz y respeto;
Se muestra brillante, fiel amuleto
De justos, endebles y pobres.


1 comentario:

  1. Estoy leyendo su blog y los temas además de parecerne muy interesantes son muy distintos entre sí. Espero continúe así por mucho tiempo.

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