viernes, 28 de noviembre de 2014

Soñadores

La realidad es un lugar ajeno a mi sentir. El incesante acoso de los horrores que me acompañan coacciona mi percepción, negando todos mis esfuerzos de vida. No soy yo… y sin embargo, soy tan yo como cualquiera.

Ellos son lo mismo. Puedo reconocerme en sus ojos apagados, caminar entre sus andares mecánicos, asentir ante su estridente sonrisa forzada… puedo morir lentamente junto a ellos, entre iguales. Morir de mediocridad.

Pero también puedo elegir no conformarme. Seguir buscando hasta el día en que mi único horizonte sea la urna en que reposen mis cenizas, acompañado de aquellos que exigen de la vida algo más que vivir. Siendo yo, siendo con ellos.

Somos la infinidad de mordazas que acallan nuestras ideas, las cadenas que limitan nuestra comprensión, las cargas que doblegan nuestra voluntad…  Fuimos ansia de vida, culto a los temores, débil reflejo grisáceo en una noche sin estrellas… Seremos lucha, duelo a muerte contra la razón, eterna batalla del existir.  



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