domingo, 26 de febrero de 2017

Adelanto editorial Nº10

No tenéis ni puta idea

“Realmente soy un soñador práctico; mis sueños no son bagatelas en el aire. Lo que yo quiero es convertir mis sueños en realidad.”
Mahatma Gandhi

Soñé que escribía este texto. Desperté intranquilo, con la ansiedad que amarga mis noches, confundido en una habitación de hostal de Madrid… y del sueño solo quedaba un título grabado en mi cabeza. Pero vivo de perseguir sueños, desnudando esa ansiedad impenetrable, quitando los disfraces a mis miedos y enfrentándolos en igualdad de condiciones, a pecho descubierto, con sonrisa fingida y puños apretados. Así que aquí lo tenéis.

Pasé el resto del día recorriendo la ciudad, disfrutando y sufriendo sus contrastes: una maravillosa exposición gratuita en un centro cultural del que salí asombrado, y un renombrado museo en el que no entendí nada; los imponentes edificios con sus centenarias estatuas de bronce, y los vagabundos a ras de suelo buscando refugio contra sus paredes; una librería muy “chic” con inocuos libros a quince euros, y en la cera de en frente, la vieja tabacalera okupada ofreciendo multitud de talleres gratuitos. Para finalizar el día, llegamos a una ruta gastronómica en la que nos invitaban a participar en un concurso de poesía consistente en elaborar un poema de cuatro versos relacionado con la gastronomía; la chica que me acompañaba consiguió que me animara a improvisar algo, y salió lo siguiente:

En el congreso un revuelto de jetas,
luego al banco, chorizo al champán.
Esta noche Madrid tiene hambre de poetas,
ayuna, bonita, no estamos de humor.

Y de todo aquel día me quedó una sensación inconfundible, esa que sientes las pocas veces que tienes la suerte de encontrarte frente a una verdad: la cultura es una herramienta popular, un medio para transformar la sociedad desde sus bases más profundas. Y a todos los elitistas, encumbrados, ególatras… y demás especies del género “Lameculos triunfador ibérico”, os aseguro que inertes son las manos que intentar aferrar la cultura, y vacías las palabras que la visten de ramera, y os dedico mi más sincero: no tenéis ni puta idea.

sábado, 25 de febrero de 2017

La primera vez que vi a un extraterrestre

Por aquí os dejo mi primera participación en el grupo palentino esprosados, en el cual cada mes se hace una propuesta de tema y todos hacemos un relato corto con ese tema; el de este mes es "La primera vez que vi a un extraterrestre"


03-01-2017
Querido diario: ¡Mañana es mi cumpleaños! Diez años ya, la profe de ciencias me ha dicho que eso es ya cumplir una década, soy la primera de la clase en cumplirlos así que me dio a elegir entre hacer una fiesta en clase o hacer una excursión por el río, y yo respondí: “Merezco una de – cada profe” y ella se echó a reír, pero al parecer a Pablo no le hizo gracia y me lanzó la goma de borrar a la cabeza gritando que me callara, todos rieron. La profe mandó a Pablo a hablar con el director y me han dicho que mañana tengo que ir yo, que las cosas no pueden seguir así porque siempre estoy metida en todos los líos, aunque a veces no sea mi culpa, y que tengo que hacer un esfuerzo por adaptarme a la clase. Yo lo intento… pero me cuesta mucho, no sé hacerlo. Es una noche muy bonita, hay estrellas nuevas en el cielo.

04-01-2017
Querido diario: Cumpleaaaaaños feeeeeeliiiiz!!! Cumpleaaaaaaños feeeeeeliiiiz!!! Te deseaaaamos sherezaaaaaade… cumpleaaaaaños feeeeeeeliiiiz!!!!! Ala, ya tengo mi canción, aunque sea al final del día. La profe intentó cantar, pero nadie en clase la siguió, y al final ni fiesta ni río. El director no entiende por qué no me adapto a la clase, dice que soy una chica muy guapa y que tengo unas piernas muy bonitas. Tiene las manos muy frías, no me gusta que me toque las piernas, me dan escalofríos y es un poco raro. Mamá y papá han estado todo el día trabajando en el bar, y han llegado muy cansados, así que no hemos podido celebrar nada, pobrecitos. ¡Las estrellas nuevas brillan muchísimo!

05-01-2017
Querido diario: No quiero ir al cole mañana. Pablo me puso la zancadilla mientras corríamos en la clase de gimnasia, y me caí al suelo. Tengo un moratón enorme en la rodilla, pero todos se reían. El profe de gimnasia dijo que me levantara, que ya no era una niña pequeña, y castigó a Pablo a sentarse en los bancos hasta el final de la clase. ¡Era un premio! ¡Él no quería correr! Es muy injusto. Luego nos mandó a los dos al despacho del director, otra vez, y el director le echó una buena bronca y le mandó para clase, pero a mí me dijo que me quedara. Me intentó curar la rodilla con un masaje, pero yo… ¡No quiero, no quiero, no quiero! Me mira muy raro. Me escapé del cole y vine a casa corriendo, cuando llegué me dolía más la rodilla, pero ya se me ha pasado. Papá y mamá no saben nada. ¿Qué hago mañana? Una de las estrellas es cada vez más grande, es como una luna pequeñita, pero nadie parece darse cuenta. A nadie le importa nada.

06-01-2017

Queridos humanos: Nos llevamos a vuestra cría a un lugar seguro. Lejos, muy lejos de aquí.